jueves, 28 de agosto de 2008

Targeta de Pulsos


Esto es mas bien un mito urbano. Como esos que demuestran los dos colorados en el Discovery Channel.

Hace tiempo, cuando predominaban las tarjetas a pulso y los teléfonos públicos lo salvaban a uno si es que tenía algun tipo de urgencia, la inteligencia social no parecía estar muy avanzada en el tema de la tecnología. Pues si los más grandes no recuerdan, se creía (necia e ingenuamente) que al dejar la tarjeta a pulsos durante un tiempo prolongado dentro del congelador, o al calor del sol, o arriba del televisor, ésta se recargaba (mágicamente jajaja.).

Sí, leyó bien. Se pensaba eso.

martes, 19 de agosto de 2008

Te Dije Que Quema


Hola. En esta nueva ocación voy a demostrarles un vez más le existencia de estos puntos impensados.

Nos encontramos hoy en la cena de la familia Picadilio, es domingo y es 29. La nona está a punto de servir sus ricos ñoquis y todos están espectantes.


Nona: -Aca sale uno, agarrá el plato Serafín ¡y tené cuidado que está caliente!
Serafín: -Gracias abu, le responde el niño.
La abuela se entretiene sirviendo cada porción. Una para papá Picadilio, otra para mamá Picadilio y así hasta ser interrumpida por el ñietito cuando escupe su primer bocado y maldice gritandoles a todos que se había quemado hasta la "bolita" del ojo (jajaja) porque la comida estaba caliente.
La nona te avisó Serafín, te dijo que quemaba ¿No es asi?
Nota al margen: Es posible que te haya sucedido lo mismo pero con el mate en vez de ñoquis.
Saludos.

viernes, 15 de agosto de 2008

No Tengo Hora


Hoy debí ir a un entrevista. El lugar quedaba lejos y además de eso no sabía bien la dirección. Tenía que estar ahi a las 08:30, y puesto que no tenía reloj, intuía que el tiempo había pasado lo suficiente como para que no me dejen entrar a la entrevista de trabjo, y por consiguiente, "cero efectivo" en los próximos meses.

Luego de varios circulos perfectos, mis dotes de ubicador (como el hombre araña al momento del peligro) me avisan que estamos cerca del lugar (en realidad lo decian los carteles de las calles pero en estos tiempos de cine y superhéroes es mejor abusar de ellos.).
Entrando al edificio un sujeto de cara chistosa (muy, muy, muy chistosa) se acerca de imprevisto y me pregunta:
-Señor, ¿acaso puede decirme la hora?
-Mmmm... (No se por qué, y acá está el punto) palpié los bolsillos de mi pantalón y tambien el de la camisa, pase por la panza, me toqué las muñecas y le respondí que NO tenía hora (pero estoy mas flaco pensé jajaja.).
-De acuerdo, gracias igual me respondió, y se fué con ganas de encontrar alguien que le diga el horario.
Ahora analizemos:
Si yo sabía que no tenía hora ¿por qué igualmente me aseguré palpeando y luego le respondí negativamente?