lunes, 26 de julio de 2010

Ilusión Colectiva.


Nuevo punto.Viaje de vuelta. Colectivo lleno. Siempre te quedás con alguna sensación mala. O que no hay lugar suficiente, o que no arrancamos, o que no llegó todavía y ya deberíamos habernos ido. O que está caro el pasaje jajaja. En fin. La relación empresa de transporte-persona creo que es de las mas desgastadas.
Además es mucho peor si estás cansado en el momento que vas a viajar. Y eso está pasando. Todo es fastidioso, tengo que llegar lo antes posible a destino y debo confiar en esta organización que parece un conjunto de carretas con sandías y melones adentro. Ya estamos todos preparados para partir pero el autobus no arranca. ¡Chofer! ¿Qué pasa? ¿Por qué no arranca? Me gustaría gritarle con todas mis fuerzas. Estoy alterado. Tengo que llegar lo antes posible y el colectivo no da la mas mínima certeza de que va a comenzar a moverse. Eso si, hace como media hora que está en marcha y no se mueve. ¡Que va!
Todo parece seguir su curso lento y sosegado cuando en un instante miro para la ventana y veo que el colectivo se mueve. ¡Si señor! La algarabía aturde mis sentidos. Va a comenzar el viaje. Basta de esperar. Cierro los ojos y comienzo a ablandarme en la butaca para disfrutar el recorrido.
Para mi sorpresa, cuando abro los ojos esperando encontrar a lo sumo un poquito de paisajes lindos, me doy cuenta que aún estoy en la terminal. Y que el que había salido era el colectivo de al lado.
¿Pasa no?

miércoles, 14 de julio de 2010

Cagar de Frío.


La verdad es que he tenido una pelea interna muy profunda en cuanto a este punto impensado. Puede que sea un poco atrevido, pero como siempre termino deduciendo: un punto impensado es un punto impensado; y por mas repelente que sea, debe ser escrito. Así que voy a escribirlo.

El tema es que hace mucho frío. Increíble el frío que hace en la pampa húmeda argentina.
A la mañana si no caminas bajo el sol te morís congelado. Se habla de Ola Polar. Y todos los artefactos se vuelven frágilmente fríos. No se puede agarrar nada de metal porque te quema las manos de lo helado que está. Se comen comidas potentosas y si es entre muchos mejor.
Lo que pasa es que cuando el tiempo está así, las cosas están tan congeladas y uno tiene ganas de (sutilmente) "ir al baño" (obviamente no a cepillarse los dientes) Se da cuenta que el glorioso trono no es de descendencia divina y comparte la misma heladéz que las demás cosas. Y ahí te quiero ver cuando te sentés en el trono glaciar. ¡Mamita que frío!
Ahora el ingenio de cada uno intenta sortear el obstáculo y existe una variedad muy amplia para hacerlo. Hay quienes le ponen papel, otros calientan la solapa frotándola o se sientan sobre sus manos...
¿Cuál es el tuyo? Podés dejarlo de forma anónima.
Saludos.