martes, 15 de octubre de 2013

El saludo onomatopeyico

En una ciudad mediana la mayoría de las personas se conocen. Los ciudadanos de dichas sociedades lo sabemos muy bien. Y sabemos que se hacen fiestas grandes, donde vamos todos. Cuando hay un evento así, todos se enteran y se arma un acontecimiento de tal envergadura que es un descontrol. Se da mucho alcohol y la borrachera se apodera de nuestras blandas conciencias. Y como es una fiesta en donde muchos se conocen, hay que saludar todo el tiempo. Que haces Antonio ¿Como andas? ¿Como te va Maquiavela? ¿Que contas Bonifacio? Y tantos nombres pasan por tu cabeza alcoholizada que cuando ves a un conocido que no te acordas el nombre la tensión se hace fuerte en tu sistema linfático, se mezcla con la borrachera  y en un momento todo se cruza. Y el conocido se acerca de a poco. Y para saludar, y no dejar al descubierto ante el conocido que no te acordabas que le decían Pepito, haces un saludos onomatopéyico. ¡Eiiitooouuu! ¿Como andas tanto tiempo? ¿Todo bien? ¿Que contas?..