martes, 17 de noviembre de 2009

Autocirujía


María Andrea se acaba de levantar. Tuvo ayer un día agotador. De esos que esperás teminar lo antes posible.

La única recompensa luego de aquella jornada tan exhaustiva, era la cena que al final del día podía disfrutar junto a sus seres queridos. Papas con mayonesa, carne rellena con una pasta que nadie debía preguntar cómo estaba formada, y unos rollitos fritos de zapallo o calabaza generaban en ella esa sensación de placer tan agradable como cuando estás buscando algo durante dos horas, desistís de la búsqueda, y lo encontrás sin hacer el mayor esfuerzo. Y ni hablar del postre de chocolate que hizo la abuela. Chocolate y dulce de leche con crema.

Upalalá, ¡qué comida más producida! Si que la gozó María Andrea.

Luego de levantarse, Andrew comienza a preparar nuevamente su día. No tan pesado como el de ayer, pero igual había que mirarlo con cara de guerrera.

La ropa primero, luego la organización de las cosas que debía usar y después su higiene personal. Realizando aquella empresa, nuestro personaje pasa apaciblemente frente al espejo. Algo no está bien. Una imperfección en el rostro la aterra. Un grano de un centímetro de diámetro jústo in the middle of the cejas atormenta su cutis. Con esa tez tan seca y tersa que posee, un granito puede ser su peor enemigo. Y de hecho, lo es.

- ¡No! ¡¿Qué hago?! María Andrea debe tomar una decisión. No puede salir así a la calle y con ojos de cirujana plástica empieza a operarse a si misma. Dedo por aquí, dedo por allá. ¡Uy me marqué con la uña sin querer! Algodón, alcohol. Listo. La operación ha concluído, pero hay un problema. Es verdad que el granito no está mas, lo logramos, pero en vez de ello ha quedado una herida terriblemente más visible que el grano anterior.

¡Yo sabía que no había que tocarlo! ¡Yo sabía! La próxima lo dejo que se cure solo. ¡MMMMMmmmentira!


¡Saludos!

12 comentarios:

Tatiana Aguilera dijo...

Facu:
Me encanta que penetres el alma femenina, y la describas de esa forma...en realidad lo que relatas, nos ha sucedido a la mayoría de las mujeres,,,¡malditos granitos!,jaja
Un abrazo para ti

Facu Paduan dijo...

Gracias Taty. Igual tambien nos pasa a la rama masculina. Pero lo escondemos. Jaja.

Missx dijo...

Una de mis debilidades es la exploraciòn de la cara en bùsqueda de granitos, los ataco y tracassssss... gracias a mi experiencia he descubrierto nuevas formas de "exprimirlos" sin que se inflamen demasiado... y he encontrado en las plumas ( si plumas normales para escribir) un mecanismo excelente (al alto vacio) para sacarlos sin mayores complicaciones.... yo nunca saldrìa de casa sin haberme explotado un barrito simplemente no resistiria la tentacion :D

Javier Trettel dijo...

Estimado, estimado! Ponga más énfasis en su confesión masculina, que a igual cantidad de mujeres que se tocan, existen varones que se explotan el alma para no tener ese granito en la cara.

No quiero parecer un feminista barato, ni mucho menos eh!

Buen relato, me gustó. Ahora mamita: no te quejés del granito después de darte semejante panzada!

veri gud, veri gud!

Unknown dijo...

Bueno esto le pasa a mujeres y hombres....y en realidad tiene algo mas profundo..se me ocurre pensar porque reventar aquello que vemos que no es estetico? Dicen los que saben que la piel es la unica barrera que nos separa del exterior, y que cuando estamos descontentos con algo, de alguna manera nuestra piel lo demuestra..sera eso tan antiestetico el hoyo que nos molesta?...finalmente que alma de cirujanos debemos tener todos, pues no se de alguien que no resita apretarlos...MUY BUENO TUS POST!!!!
Me gusta sobre todo eso, como algo tan sencillo pueda dar para hacer pensar mas hallà de un simple granito..
un abrazo.
picamiel

Unknown dijo...

jajajaj buenisimo!
un abrazo me encanto tu blog te sigoooo!!(L)

Jose Joel Rios dijo...

Es de cierto modo, un punto interesante. Las pequeñas e insignificantes cosas, van desapareciendo por si solas. Como lo hiciste ver al final. A veces la edad dicta el panorama.

Un saludo.

Pocomancha dijo...

Hola amigo, tienes un blog muy interesante. Comienzo a seguirte. Saludos.

VIOLE dijo...

JAJAJAA FACU ODIO LOS GRANOS PERO NO RESISTO SI NO ME LOS REVIENTO!!!! ASI TENGO LA ESPALDA, JEJE BESITOS FA! NOS ESTAMOS VIENDO,MUY BUENO EL BLOG..

MM dijo...

La adolescencia es el peor de los infiernos, pero que encima su huella más visible, los malditos granos nos sigan recordando lo que alguna vez sufrimos, no tiene perdón del cielo.

OK ya lo sabía: Dios nos odia.

LUMPENPOETA dijo...

Un barrito en la piel de ella... también hoy 25 de noviembre, día en contra de la violencia hacia las mujeres habría que extirpar el cáncer machista-patriarcal.

Saludos Facu desde mi barquito.

valeria dijo...

Y acá tengo una marca en la parte superior de la frente de mayor tamaño que el granito que tenía antes que encima era interno y no se veía :$ ¡puaj, malditos sean!