lunes, 26 de diciembre de 2011

Soñarse Encima.


Que placer siente uno cuando está soñando una situacion que le gusta. Que sensación hermosa, donde no existe el tiempo. Donde no esperas a nadie ni a nada, y tampoco te quedas con algo que paso. Solamente disfrutas ese ideal que está pasando por tu cabeza, y que conecta tu conciencia con la fuente del universo. ¡Ay que lindo esos sueños de placer! ¡Qué radiante se observa la mente desde la tierra! Con ganas de seguir soñando, sin que nada te interrumpa. Es hermoso.

Si, es hermoso. Pero es hermoso hasta que te agarran ganas de mear. Que circunstancia paradójica. De un lado el edén de nuestros gustos y del otro lado medio litro de pis que te está empujando la puerta de salida. ¡Uy! si la habré pasado. En la mitad de la noche me vuelvo desde el astral hasta mi razon porque el cuerpo me está llamando para mear. Ay ay ay. Que momento.

He recabado información sobre este absurdo y han surgido varios interpretes sobre este Punto Impensado. Existen aquellos que con respeto y responsabilidad, que se levantan y van al baño. Eso si, corriendo el riesgo de que cuando vuelvan, su sueño, su fantasía no vuelva nunca mas en toda su vida. Si; es una posibilidad.
Existen también los que dejan todo como está. Y en este me tengo que anotar yo. Dejamos que el sueño tome su curso. Total ya paso otras veces. Seguimos soñando, sabiendo aún lo que está pasando. Pero no nos incumbe, porque estamos es un estado de éxtasis fabuloso. Eso si, una horita antes que suene el despertador nos estamos levantando porque el tanque está lleno y la valvula de escape se puede romper.
Y por último, los que sin darse cuenta confunden el sueño con la realidad. Y bueno. Cosas que pasan.
¿Algun vez te paso?

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