jueves, 29 de agosto de 2013

El George Clooney hipócrita.

Ha pasado mucho agua bajo el puente. Pero hay un puente, así que de nuevo, vuelvo a volver con los Puntos Impensados.
Todos hemos salido de farra con amigos. Hemos llegado a casa sin saber como, y hemos hecho cosas que no son aceptadas por las reglas del juego social. Y esto, al contrario de lo que pensaron los creadores de estas reglas, nos invita a romperlas. Una por una, para demostrarnos cuán vivos estamos; a veces a nosotros y a veces a los demás.
Entonces, me encontraba yo en una de aquellas etapas. Literalmente me había prendido a la botellas que pasaban por delante. Cerveza, licor, fernet, whisky, aguardiente, agua, gaseosa y muchos otros menesteres que no hacían mas que destruirme la integridad física; complaciendo mis gustos de bebedor. No voy a ser hipócrita, la verdad es que además de las bebidas, otras cosas también ayudaban con la destrucción de mi propio semblante, así que en poco tiempo mi cara parecía la de; bueno, ya saben. Esa cara.
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Puesto que no me había dado cuenta aún de mi devastada figura, ni de mi cuelgue momentáneo de varias docenas de minutos, un amigo se acerca y me dice:
- Bdaudo edaaa deruioooo.
Y yo reaccionando con dos toneladas de destrucción encima, me esfuerzo para prestarle atención:
-¿¡Qué!?
- Que estás destruido. Mirate la cara.
Resulta que debido a la profundidad del agravio, me levanto y voy a verme a un espejo. Y mientras voy llegando, sabiendo tengo la cara como un queso, empiezo a metamorfosear mi rostro hasta dejarlo como el de George Clooney.
-Boludo, no estoy tan mal...
No seas hipócrita con vos mismo.

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